domingo, 25 de abril de 2010

CRISTINA VILLANUEVA
  
 EL SAX LE DIJO A LA LUNA
de breverías

El bello durmiente

Ella la princesa azul lo besó para despertarlo.  Cuando el se levantó de su largo letargo, se fueron juntos soñando. Otro mundo es posible se decían,  amándose las diferencias tan encantadoras. Un  mundo en  el que no sea necesario adormecer a otros. Un mundo en el que la violencia no imponga sometimientos aletargados. Un mundo en el que se prendan las luces de lo múltiple  para el placer de los descubrimientos

Deseos

 Quisiera ser  fiesta, una guirnalda de flores rojas que encienda las mañanas. Una mesa con manteles blancos. Mar cálido que  acuna en su  vaivén .Lluvia que limpia. Una negra bahiana que bambolea en su cuerpo  la  música-del mundo y te guarda. Esencias  escondidos en el escote. para jugar al tesoro escondido. Puntillas, filigranas, agujeritos para espiar. Una voz para contarte como se viaja a Itaca en el borde del poema. Quisiera ser telas,  seda para las caricias, terciopelo para el roce casual, la carta de Seda para leerte. La selva con su techo de hojas y la luz que se filtra y el rumor de los insectos y la flor abierta y el lugar entre los árboles donde te espero para leerte en las manos antes de liberarse, las caricias.

 Cristina Villanueva  


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