jueves, 12 de julio de 2012

Gerardo Pennini


Gerardo Pennini


cosas que pasan


El contestador automático ha recibido varias llamadas durante el viaje a la cordillera, y allá para colmo el celular no capta. La calefacción hace agradable el ambiente y el hombre joven se estira voluptuosamente en el sillón  reclinable anatómico abandonando Internet por un momento.
Por pocos instantes divaga con la vista perdida en los objetos de la habitación. Algo está llegando por fax, no importa.
Lo que está escribiendo en la computadora tendría que mostrárselo a Mariela. La va a dejar que lo admire un poco y le pida una copia de “ese” trabajo con tan hondo sentido “comunitario”.
Cuando él iba a la Facultad, se hablaba de contenido social, hoy no va más, hay que decir “comunitario”.
Ha estado leyendo un libro excelente sobre La Seducción Hoy.
A partir de ese momento vigila sus propias actitudes. Sin ir más lejos, se ha sacado varias fotos en la cordillera junto a los paisanos, en sus ruquitas y con esos niños de la escuelita.
El hombre joven se despereza y se pone en movimiento ágilmente, no tiene piedad con su molicie.
Mira el reloj digital (debería cambiarlo por uno de agujas con aire antiguo) y considera que aún está a tiempo de ir a jugar paddle. Son las ocho de la noche y hace frío, pero los demás ya deben estar en el club. No debe faltar. Se imagina cuáles serían los comentarios si no llega a tiempo; y lo peor es que se perderá la información actualizada para calcular sus próximos movimientos.
Se prepara un whisky, pero lo piensa mejor y deja el vaso. El alcohol le haría aumentar unos gramos.
Entra al dormitorio para cambiarse y de paso se mira al espejo.
Todavía tiene que adelgazar un poco, pero  no está mal. Patea una revista que compró para leer cuando pueda – le dijo Alejandra que un amigo suyo la lee siempre- porque por ahora no tiene tiempo.
De regreso del club tendrá que alquilar unos videos para mirar con su mujer.

3 comentarios:

  1. Qué lindo encontrarte aquí, de leerte, después de tanto tiempo!!! Un abrazo enorme.

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  2. El tema está patinando entre el frío y la nieve, un texto escueto y sin embargo pinta y congela un instante...
    Andrés

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  3. Se acabó la época en que uno se enorgullecía de decir lo que pensaba. Ahora solo se puede hablar con "corrección política o social", perdón, comunitaria...Ahora, como siempre, lo que cuenta es lo que se hace y no lo que se dice. Muy buena descripción de la hipocresía que reina a nuestro alrededor.
    Ahora si soy yo la que comenta!!!!

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